domingo, 30 de abril de 2017

Sueños cruzados

Sus miradas volvieron a cruzarse con timidez, una noche de sábado más, mientras cada uno de ellos intentaba disfrutar de la compañía de sus viejas amistades y pasar un buen rato. La mayoría de las veces, sin ningún éxito, muy a su pesar. ¡Maldita compañía!, debía de pensar él, cada vez que chocaba con el intenso brillo de sus ojos, sabiendo que podría estar pasando aquellas horas a su lado. Ella era todo lo que él siempre había buscado, aunque, a decir verdad, hasta que la conoció no sabía que hubiera estado buscando nada. ¿Pensaría ella lo mismo?, eran las únicas palabras que se hacían eco en su mente, una y otra vez, mientras removía su copa sin parar y fingía prestar atención a sus amigos.
¡Pero cómo iba a saberlo!, los nervios se adueñaban de él por completo cuando ella esbozaba aquella dulce sonrisa, la misma con la que ya había soñado más de una noche. ¿Dar el paso él y acercarse a hablar con ella?, ¡pero qué locura, y con tanta gente en el local! Ya se daría la ocasión, tarde o temprano, ¡cuestión de tiempo! O, al menos, eso era lo que a él le gustaba pensar, aunque tal vez no fuera más que la excusa perfecta para su falta de coraje. Mientras tanto, ella seguía preguntándose, todas las noches, por qué aquel chico tan interesante apartaba su mirada cuando ella le regalaba su sonrisa más sincera. Y es que también él se había colado alguna que otra vez en sus sueños, aunque no tuviera forma de saberlo. Sin embargo, las semanas iban pasando una tras otra y, a diferencia de sus sueños, sus caminos nunca llegaban a cruzarse. ¿Dar el paso ella y acercarse a hablar con él?, ¡pero qué locura, y con todos sus amigos delante! Al final de la noche, cada una de aquellas miradas no sería más que una nueva oportunidad perdida.
Si algo cierto hay, es que nada dura eternamente, y menos ocasiones como aquéllas. Un sábado más, después de una larga semana como las anteriores, acabaría siendo muy distinto al resto. Aunque aquella noche el local estaba más lleno que nunca, él nunca lo había notado tan vacío. Buscó su mirada sin descanso por todos los rincones, pero ella no estaba por ninguna parte, y ya nunca volvería a dejarse ver por allí. A pesar de que su camino siguió hacia adelante, nunca logró olvidar la luz de aquellos ojos que un día le robaron el corazón. Pero, a veces, la vida guarda pequeñas sorpresas bajo su manga. Pasaron muchos años, ¿cuántos?, nunca se había parado a contarlos. Fue en el momento más inesperado del camino, cuando sus miradas se cruzaron de nuevo, y aquella vieja sensación despertó para recorrer sus cuerpos una vez más. ¿Daría el paso alguno de los dos?, ¡sería una locura no hacerlo!

El Show de Truman The Truman Show Jim Carrey Ed Harris
Foto: El Show de Truman (The Truman Show) (1998) Dir. Peter Weir

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